Sé que llego un día tarde, incluso puede que llegue un curso tarde. Ayer no pude llamarte yo, ni escribirte, y es probable que de haber podido hacerlo, tampoco hubiesen salido de mi boca palabras más alegres de las que me escuchaste ayer. Pero sé que me perdonas, la fiebre y eso. Te lo debo.
Ahora mismo tengo una pantalla en blanco delante y muchas cosas que decir, pero no sé decirlas. Mis dedos no quieren escribir, no quieren soltarse, aunque yo los obligue. 9 meses después, aún sigo siendo la misma niña torpe y manazas a la hora de expresarse, la que nunca encuentra la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Básicamente quería escribirte un abrazo. Quería poder fotografiarlo con las teclas, pintar sus trazos con las palabras, pero sé que no puedo. No puedo amenazarte con sacarte de casa a rastras, ni intentar convencerte de que salgas hoy o mañana, y ofrecerme a acompañarte cuando me digas definitivamente que no. No puedo plantarme allí sin esperar a que me lo pidas, porque no me lo vas a pedir pero me lo pides constantemente, yo lo noto y lo escucho, te escucho llamándome, llamándonos. Pero quizá hace tiempo que no te escuchas a ti misma, o al menos no a ese lado de ti misma, a esa otra tú que yo echo tanto de menos, esa de la que te hablaba el sábado, bajo los efectos de la fiebre.
Bajo la fiebre te hablé y te grité y te abofeteé con palabras, y sé que dije muchas cosas que guardaste en el fondo de tu cabeza y que seguramente ignores pasado mañana, o decidas que no tienes demasiado fuerza para ponerlas en práctica. Aún sabiendo eso, te querré igual, aunque seas cobarde o torpe o no tengas coraje suficiente. Aunque así fuera, te querría igual.
Querría igual a esos ojos verdes azulados que últimamente siempre veo perdidos, porque ya cuando me miro no consigo encontrarme detrás, o quizás el reflejo que me devuelven me hace tan fea que hago como que no lo he visto. Soy un pequeño monstruo inquietante tras de tus ojos, alguien que está lejos y no te ve ni te escucha. Alguien que ignora tu soledad de torres de marfil y miseria cubierta de polvo. Aunque pensaras así, aunque pienses así, te querría igual.

Querría igual a ese pequeño cuerpecito rebelde, a tu pelo negro y revuelto, a tu piel clara y suavecita y a tus manos que dan golpecitos en mi espalda cuando te doy un abrazo. Con tus arrebatos y tus ataques de ira, con tus "no puedo evitarlo, me siento así" y tus me siento asao y tus paredes de hielo, y tus intentos de ser cínica conmigo, y tus lágrimas a golpes contra el teclado, y tus llamadas nocturas y diurnas y vespertinas y tus mensajes oportunos y tus mails con fotos o sin ellas. Te querría igual aunque fueras manca o ciega y te quiero ahora que estás un poco inválida, que cojeas al caminar y no sabes donde apoyarte, ahora que estás también un poco tuerta y no ves qué tienes delante ni qué te persigue detrás. Ahora que eres más imperfecta que nunca, ahora que te leo y no eres tú quien escribe, ahora que la pequeña está más pequeña, que se siente encogida en un rincón y me acusa de su soledad y su miedo. Ahora, ahora te quiero más que ayer y más que nunca.

Y ahora me da más igual que me lea quien quiera leer, me da igual ser exagerada porque yo siento que me quedo corta, que no puedo expresar con palabras lo preocupada que estoy por ti, las ganas que tengo de verte sonreír por teléfono, de sentir que tus labios se estiran y te ríes, lo feliz que me hace cuando me llamas desde La Moneda, desde la Sanfe, porque sé que estás con alguien, porque escucho ruido de cervezas y mecheros y sé que no estás sola.

No me importa ser cursi, porque lo que de verdad me gustaría hacer no cabe en este espacio, no cabe en esta pantalla ni en este servidor de blogs, no cabe en un mensaje ni en una llamada telefónica. Ni siquiera en las palabras mágicas, ni en te echos de menos dichos a destiempo o entre susurros o lágrimas. No cabe. Sólo lo tengo yo, aquí, y tú, allí, contigo. Y aunque lo hubieras perdido entre la nube de desastres de tu casa, aunque sufras una amnesia temporal, te querría igual. Entiendes? Te seguiría queriendo aunque fueras el ser más patético penko de la historia.
Ea.
Por cierto, a todo esto.. Felicidades.

Desde el martes de la semana pasada estoy aplicando la dieta del ordenador: no desayunas, no almuerzas, y cenas a las 10 de la noche, pero como te llevas todo el día en los ordenadores arreglando trabajos y deshaciéndole marrones a la gente, se te acaba olvidando. Oye, y viene estupenda para esos kilitos de más.

Hoy por fin hemos acabado con el trabajo escrito de Diseño y Producción de Televisión. Ya está impreso y Pili lo llevará a encuadernar esta tarde, pero aún queda por hacer la exposición el miércoles que viene. Bueno, eso lo harán Pîli y Susana. Yo ODIO exponer, no sé muy bien por qué... es curioso, todo el mundo me lo ha comentado: ¡Qué raro que te pongas tan tan tan nerviosa a la hora de exponer, con lo extrovertida y echá pa'lante que tú eres! Pues sí, ya veis... No entiendo muy bien el motivo ni la raíz, pero en fin. Menos mal que en esta ocasión me puedo escaquear.

Este fin de semana me espera -de nuevo- el súper plan: quedarme en casa y estudiar. El problema no es quedarme en casa, y tampoco estudiar. Ninguna de las dos cosas me hace infeliz o me deprime: pero dos días completos así es algo que, lo sé, me va a costar soportar. Ya me costaba al principio, los primeros meses, cuando empleaba mi tiempo en ver pelis y comer guarrerías. Ahora, que mi estado anímico no es tan envidiable y tengo mil cosas que hacer, pues claro... Pero bueno, en tres semanas habrá acabado todo, podré respirar tranquila...... en lo que se refiere a lo académico :P

Hoy he echao el CV en una tienda de fotocopias que hay al lado de la facultad, que te hacen contrato y SS y todo. No sé. Del hotel no me han llamado, los muy cab***!! Tendré que buscar algo cuando acabe los exámenes, o de aquí a Septiembre mi cara saldrá en todos los periódicos en plan Mario Conde.

... y sigo, bueno, *ejem* escribiéndome con gente por internet, de diferentes lugares y procedencias. (La pregunta es si me atreveré a verles (más bien verlAs) en persona, llegado el caso. Pero no debo pensar eso, no debo pensar eso.)

Tal y como me pediste, estoy actualizando el blog. Y tal y como me viene ocurriendo en los últimos tiempos, todas las palabras que tenía en la mente desaparecen cuando me siento delante de un teclado, o al menos, cuando inicio la sesión en blogger y clico en "Crear entrada nueva".
Hace poco estuve releyendo posts antiguos. Eso es algo que a mí me encanta hacer, leer todo lo que he escrito. Tengo un poco de narcisismo bloggero; a decir verdad, no es sólo bloggero, pues siempre me ha gustado leer cien veces todo lo que escribo, ya sean sms, cartas, mails o gilipolleces en servilletas. Creo que es porque nunca pienso demasiado a la hora de escribir; simplemente pongo mis dedos encima del teclado y dejo que ellos decidan. Así de simple. Eso estoy haciendo ahora.
Así que quizá por eso nunca recuerde cómo dije esto o aquello, y necesite volver a verlo para arrepentirme o alegrarme de haberlo dicho así. Por eso me gusta Gmail, que te guarda los mensajes enviados. Y mi móvil, que guarda los sms, también. Y debería dejar de decir tantas tonterías y hablar de lo que realmente quiero hablar.

El viernes por la noche Miguel me arrastró al Carmen para realizar nuestra primera salida oficial por "el ambiente" (siempre me hará gracia esa forma de llamarlo...). Es curioso que siendo él hetero y yo lesbiana, u homoflexible, o cualquier-cosa-menos-hetero, haya tenido que ser él quien me persiga durante meses para convencerme de que saliéramos. Ahora que ya he ido, intento pensar en qué es lo que me aterraba tanto, y cómo ha resultado ser después, cuando finalmente, me he visto en un sitio "de ésos". Voy a intentar analizarlo todo... Así que si no queréis aburriros, este es el momento de dejar el post. Hala, ya sabéis que estoy viva :P

Como me daba un poco de miedo salir los dos solos (me daban miedo él y sus ocurrencias, entre otras cosas), decidí llamar a Alfonso, un amigo de Isa que es cordobé (y cuando estás fuera de casa todo andaluz es paisano y lo adoras :P), gay, y además, un encanto de persona. Ya habíamos salido un par de veces por el Carmen y siempre nos habíamos llevado muy bien.
Total, que quedamos el viernes en el Aulario (Multiusos, Taller de Audiovisuales... el edificio donde hacemos las prácticas) sobre las 12 o la 1. Alfonso salía de trabajar y llevó tres litronas para los tres. Cuando llegó, nos pusimos a beber y fumar (esto que no lo vea mi mare :P) y Alfonso me hizo la temida pregunta... "Qué? A dónde quieres ir esta noche?" Y yo le contesté que no sabía, que él era quien controlaba. Él empezó a soltarme una retahíla de nombres, de sitios, de "éste es mejor a tal hora"; "aquí hay más tías"; "aquí los tíos no me gustan", etcétera. Pero yo estaba tan concentrada en el movimiento inexistente de un grano de arena sobre el pavimento, y luego, agitando las piernas, que no me enteraba... Todo me llegaba en cámara lenta, el sonido deformado, como si se le estuvieran acabando las pilas.
En ese momento, me llamó Ire por teléfono y me rescató :) Pero no duró mucho... Pronto nos pusimos en camino. Destino: MonaLisa, club de chicas, como su nombre indica. Obvio para todos, no? Pos para mí no!
Llegamos allí y estaba cerrado... Sinceridad? En el fondo me alegré. Nos dio un poco de plof, pero Alfonso sugirió otro pub que estaba allí al lado, que era "mixto", pero en realidad, nada más entrar, vimos que estaba petado de tíos petados :P Ninguno me miraba, oh, qué maravilla :) Estuvimos allí un rato, tomando una copa, yo estaba más tranquila, pero Miguel y Alfonso me ponían un poco nerviosa en según qué momentos. Me fijé en una rubia muy mona y ellos intentaron "acercarnos", no sé qué pretendían, que la empujara para que se tirara la copa encima? (pos mira, no lo pensé en ese momento, pero ella llevaba camiseta blanca... jajaja) El caso es que nos dijeron que la disco Deseo54 era gratis hasta las 3.30. Así que allí nos fuimos, y de camino, una latita de cerveza cada uno.

[Id sumando: cuatro cervezas antes d la cena, botella de vino en la cena, más tres litronas en el camino al Carmen (bueno, dos, porque la poli "nos paró" cuando abrimos la tercera y tuvimos que dejarla ahí en la calle, solita!)]

Llegamos a la disco. Aquello era enorme, amplísimo, y estaba lleno de gente, pero sin agobios. Había muchos chicos y también muchas chicas, de toda clase y condición. La música era dance, o tecno, yo qué sé, pero estaba bien, era bailable y no cansaba. Alf y yo empezamos a fijarnos en el panorama. Yo me notaba cada vez más suelta, obviamente por la influencia del alcohol. Así que seguimos bebiendo :P Vi de espaldas a una morena que me encandiló, y supe que sería guapísima antes de verle la cara.
Al ratito, nos movimos delante del escenario, porque Malena Gracia y algunos travestis y gogós iban a bailar y cantar. Estando allí, me di cuenta de que la morena ésta, y sus cinco amigas, estaban allí también, justo a nuestro lado. Dos cosas: ella era guapísima, una de las tías más bonitas que he visto nunca; y... cuatro de sus cinco amigas no estaban naaaada mal ;-)
Después de que Malena nos hizo a todos saltar y bailar con "Loca" (qué tiempos!) y otras canciones piltrafillas de ese estilo, seguimos allí bailando, hasta que Alf encontró a un ligue y se fue con él (mamón... ¬¬ qué suerte!) Miguel y yo seguimos allí, a nuestra bola, y cuando yo ya llevaba tres cubatas (más!), le dije que hiciese lo que quería, respecto a las tías, digo. Así que se fue pa una de ellas (la única que no me gustaba, grr) y le contó un rollo (verdadero) de que yo no conocía a nadie del ambiente en Valencia (cierto), que era la primera vez que salía (cierto) y que quería hacer amigos y eso (cierto también). Así que la chavala vino y se presentó, PERO NO ME PRESENTÓ A SUS AMIGAS. Yo me quedé completely plof. Mientras tanto, mi fascinación por la morena iba aumentando en proporción directa con mi nivel de alcohol en sangre. La miraba y me quedaba como tonta, yo qué sé. Me puse a pedirle fuego d vez en cuando, para que hubiese algo de contacto visual, pero la tía estaba cada dos por tres dándose besitos con una de su grupo, que Miguel y yo dedujimos que era su novia... o no? Porque también se daba besos con otras!

En fin, al final decidí irme para ella y como yo con tías no tengo nada de experiencia en ligar, le dije lo primero que se me ocurrió: la verdad. Que quería saber sitios pa salir por Valencia, que conocía sólo dos o tres de oídas (cierto de nuevo) y que si no le importaba decirme qué tal estaban. Ella me dijo que ellas solían ir a Mogambo, pero que los viernes era una mierda, que molaba los sábados. Se presentó. No diré el nombre por si acaso :P Pero el caso es que era simpática. Me fui, dando tumbos por la mezcla del alcohol y el amamonamiento que esta muchacha me provocaba.
Sin embargo, al volver a donde estaba Miguel, me "convenció" para que fuese a pedirle el teléfono. Y ahí que fui. Yo estaba cortadísima, le dije que no pensara que era una pervertida, que quería su número para llamarla algún día y quedar con sus amigas, que no podía salir con nadie... Supongo que quería darle pena, claro! :P Pero no sé, no puede decirse que la buitreara ni mucho menos. Mis cualidades para ligar, si es que alguna vez he tenido, se fueron a pique. Me temblaba la mano cuando saqué el móvil para apuntar el suyo.

Una vez conseguido, nos fuimos. Y el camino a casa, andando, me lo pasé mirando al río embobada, pegando gritos y cruzando las avenidas corriendo y descalza. Loca perdida. Lo pasé bien. Miguel quería que le escribiese el sábado pa decirle que no podía salir, pero que me gustaría quedar con ellas pal finde que viene. Que si no quiere y no contesta, lo entenderé, y que gracias por ser tan amable conmigo, en cualquier caso. Un sms correcto y guay. Lo tengo escrito desde el mismo viernes, bueno, el sábado a las 6 y pico de la mañana. Pero no lo he mandado. No sé qué hacer.

Y bueno, ahora contado todo... Analicemos. A qué tengo/tenía miedo? Supongo que ya no tengo tanto, pero el simple hecho de imaginarme en un lugar rodeada de tías potencialmente lesbianas o bisexuales me daba un pánico tremendo. No sé explicarlo, es como si no me sintiera segura, ya no.
Siempre he dicho que no me gustan los rollos desconocidos de una noche, y es verdad. Quizás alguien se habrá reído al leer esto, pero es cierto, y quienes me conocen de verdad lo saben. Lo que pasa es que... no sé, todas mis preferencias, gustos y disgustos los tenía medidos para tíos, no para tías. Y supongo que pensaba que al "salir del armario", todo desaparecería... y no es así. Evidentemente no es que la idea de liarme con una desconocida en una disco no me atraiga :P Pero en el momento, estando allí... Al entrar... Sentía como una... amenaza, no sé explicarlo! Pero sé que alguien por ahí me entiende :P

Además, y esto es una guerra que emprendo desde hace ya muchos meses y creo que voy superando, el hecho de ir a esos sitios, en parte, ya revela lo que quieres y buscas. Es como entrar en un foro de temática lésbica, o un chat, o una agencia de contactos. Yo siempre he sido una romántica tonta que soñaba (sueña) con encontrar a su chic@ ideal de la forma clásica, tradicional: a través de amigos comunes, por ejemplo. Pero claro, buscar lesbianas u homoflexibles o bisexuales de esa forma es... en fin, un poco infructuoso. Porque, en cualquier caso, aunque conozcamos a miles de lesbianas a diario, no solemos saberlo de entrada. (Para cuándo la orientación sexual en el DNI???¿¿?? :P)

Así que... supongo que me rendí, me rendí a la necesidad de conocer gente de otra forma. Y, la verdad, de momento no me quejo con los resultados. Tampoco es que haya conocido a muuuuuuucha gente, pero alguna hay por ahí. Y está bien tener a alguien con quien tienes tantas inquietudes y problemas y paranoias en común, que pueda aconsejarte; quiero decir, que no se trata sólo de buscar pareja.

Supongo que este es el post más largo que he escrito en este blog, y el más sincero sin duda. Espero que alguien lo lea entero y, por favor, no me dejéis comments ""criticando"" mis miedos (no señalo a nadie, es sólo que estos posts son así). Sé que todo debería ser distinto, y lo será, estoy convencida. Pero de momento, así es, y tengo que ser sincera y honesta con ellos.

El jueves al final sí salí. Y me entró un tío muy baboso. Y bailé con las chicas más guapas. Y me emborraché un poco. Y llegué a casa un poco mal y al día siguiente no fui a clase por la mañana.
Y fui por la tarde, una clase muy guay sobre narración y enunciación. Bah, cosas de comunicólogos. Y vimos "¿Qué he hecho yo para merecer eso?" Muy recomendable. Y nada. Llegué a casa y vi "La monja" (bastante mala, la vi yo sola, de noche, y ni me asusté...) y luego la última de Harry; necesitaba algo de aventura. Por supuesto, volví a llorar con el final. Qué penko es Harry y aún más Ron. Hermione rules.
Y esta mañana me he levantado, y no había nadie. He limpiado, he estudiado. De veras quiero dejar de decir cosas insulsas pero es que no me ha pasado nada. Jo. Echo de menos a Pili, a Miguel...

Últimamente nada más que escribo en el blog para contar mis penas. No es que antes escribiese diariamente contando todo lo que hacía, pero, joder, era más variado. Me parece que ahora me estoy encasillando! Oh!

Prometí estar hoy en el maratón de cortos de Cortometraka (www.cortometraka.com), y estoy en el mismo edificio, pero acaban de hacer una pausa. (O eso me ha parecido a mí, vamos) Y supongo que ahora entraré, pero no lo sé. Y esta noche iba a salir con ellos, hay barra libre y fiesta y eso, pero... Creo que no. Seguro que me cojo un ciego brutal, tan brutal que acabo liándome con cualquier tío que no me guste, o peor, con cualquier tío a secas :P En fin. Mejor me quedo en casa y así mañana voy a clase (por la mañana, sí, e intangable, pues es una práctica y la profe me tiene fichada).

Este fin de semana se presenta prometedor... oh, sí, por supuesto. Miguel se va, Pili está en Barcelona desde el miércoles, Susana por supuesto se va, Gise está trabajando en un barco en la Copa América desde hace 10 días, etcétera... a ver si quedo con Zoe (Zoe, tendrás que rescatarme de nuevo :P), Rafa, Lydia, y eso... y salimos un rato, como el finde pasado, que me lo pasé realmente bien.
Eso.
Creo que no tengo nada más que decir.
Supongo que aprovecharé para estudiar y limpiar mi cuarto (otra vez). Oh,sí... Días felices en almas felices. Ya vendrán tiempos mejores.

Nos vemos en los bares.

Dios, qué mujer. Qué pelo, qué ojos, qué piel, qué brazos, qué piernas, qué...
Paro ya porque... en fin :D (Algun@s por ahí me comprenderán ;-) )

PD: Cómo he podido tardar tanto en enamorarme de ella? Mira que había visto fotos...

NO es que te eche de menos, no es eso.
NO es que reconozca tu olor en cualquier esquina, o en alguna.
NO es que me apetezca escribirte o darte toques.
NO es que este post sea grave.
NO es que se trate del fin del mundo.
NO es que esté triste o nostálgica o melancólica o reflexiva.
NO es que quiera llamar la atención.
NO es que necesite decir algo ni expresar nada.
NO es que no pueda dormir por las noches.
NO es que no pueda dormir.
NO es que guarde tus mensajes con celo.
NO es que añore leer tus emails.

Pero tampoco es que quisiera postear y no supiera qué decir. Ni que me aburra y quiera rayarme con algo. No es que esté rayada. O quizás sí, esté aburrida. Pero simplemente me pregunto a dónde ha ido todo aquello. Y, puestos a preguntar, si de verdad se ha ido a algún sitio.

... En algún momento, todo hace click y te das cuenta. Lo que has hecho y lo que no, y lo que llevas toda tu vida haciendo, y arrepintiéndote. Y de que tienes que dejar de comerte las uñas. Y componer más canciones. Y sentir menos. Y protegerte más.

(post escrito en arrebato tras conversación, tras sabias palabras de sabia persona)

Hoy en mi ventana brilla el sol,
y el corazón se pone triste
contemplando la ciudad,
porque te vas.

Como cada noche desperté
pensando en ti,
y en mi reloj todas las horas vi pasar
porque te vas.

Todas las promesas de mi amor
se irán contigo,
me olvidarás,
me olvidarás.
Junto a la estación hoy lloraré
igual que un niño,
porque te vas,
porque te vas.

Inexplicablemente (o quizás con todas las explicaciones del mundo) esta canción siempre me pone triste. No es que me haga llorar, o que se me ponga un nudo en el estómago. No es que me emocione o que me llegue, es simplemente que me pone triste. Todo en ella me trasmite esa tristeza de aeropuertos, la ceniza derretida en los cacharros de plástico junto a las sillas de plástico, donde se sientan hombres con corazones de plástico. Los cigarros aplastados, las miradas huidizas y las nubes negras atravesando el cielo de los aviones. Siempre que me marcho de algún sitio, miro la pantalla de salidas esperando con el corazón en un puño que junto a mi vuelo aparezca la palabra "cancelado", o "retrasado", o sencillamente desintegrado. Nunca quiero irme de donde estoy, aunque quiera llegar a donde voy. Odio el simple hecho de irme, odio los aeropuertos, odio los ojos ciegos de humo y las cabezas caídas, el peso de la maleta al montarme en el bus, el trayecto interminable, el segundo bus, el paseo hasta casa, la búsqueda de las llaves en el bolso. Siempre siento que no soy de ningún sitio, que estoy colgada de una estrella, que no tengo arriba ni abajo.
A veces pienso que estaría mejor un vuelo de 12 horas, para tener tiempo de hacerme a la idea.