Hoy en mi ventana brilla el sol,
y el corazón se pone triste
contemplando la ciudad,
porque te vas.
Como cada noche desperté
pensando en ti,
y en mi reloj todas las horas vi pasar
porque te vas.
Todas las promesas de mi amor
se irán contigo,
me olvidarás,
me olvidarás.
Junto a la estación hoy lloraré
igual que un niño,
porque te vas,
porque te vas.
Inexplicablemente (o quizás con todas las explicaciones del mundo) esta canción siempre me pone triste. No es que me haga llorar, o que se me ponga un nudo en el estómago. No es que me emocione o que me llegue, es simplemente que me pone triste. Todo en ella me trasmite esa tristeza de aeropuertos, la ceniza derretida en los cacharros de plástico junto a las sillas de plástico, donde se sientan hombres con corazones de plástico. Los cigarros aplastados, las miradas huidizas y las nubes negras atravesando el cielo de los aviones. Siempre que me marcho de algún sitio, miro la pantalla de salidas esperando con el corazón en un puño que junto a mi vuelo aparezca la palabra "cancelado", o "retrasado", o sencillamente desintegrado. Nunca quiero irme de donde estoy, aunque quiera llegar a donde voy. Odio el simple hecho de irme, odio los aeropuertos, odio los ojos ciegos de humo y las cabezas caídas, el peso de la maleta al montarme en el bus, el trayecto interminable, el segundo bus, el paseo hasta casa, la búsqueda de las llaves en el bolso. Siempre siento que no soy de ningún sitio, que estoy colgada de una estrella, que no tengo arriba ni abajo.
A veces pienso que estaría mejor un vuelo de 12 horas, para tener tiempo de hacerme a la idea.
Pero a la vez yo siempre quiero que salga ya el avión. O el tren. O lo que sea! :D
PD:¿por qué la cerveza está mas buena cuando tu estás? :P...tenemos algo pendiente...xD