Primero fue Cinema Paradiso, el viernes por la noche. Madrugada, una pizza fría en la mesita y dos coca colas. Pili a mi lado, y un paquete de tabaco y otro de cleenex para ahogar la llorera. Una metapelícula: el cine hablando del cine. O, como dijo Umbral, el cine andando en zapatillas por su casa. Maravillosa.
Dos días más tarde, es el turno del cine escandinavo. "Scener ur ett äktenskap", o sea, Scenes from a marriage, o sea, Secretos de un matrimonio, de Ingmar Bergman. La historia que, treinta años más tarde, se continuó con Saraband. Tenía curiosidad por ver a Liv Ullman y a Erland Josephson jóvenes, cuando aún se soportaban y se querían... Marianne y Johan, Johan y Marianne. 167 minutos de película, que pasaron como si fueran uno. ¿Qué es el amor? ¿Para qué sirve el matrimonio? ¿Qué es querer y ser querido? Me encantaría poder explicar las sensaciones que tuve al ver la película, al escuchar sus espléndidos diálogos, pero me es imposible... Además, así no es como se hace. Si tenéis ocasión de verla (que seguro que sí: en la videoteca de la facultad debe estar), no la desperdiciéis.
Por lo demás, un finde para recordar, por muchísimas razones. Peleas, encuentros incómodos, atmósferas angustiosas y asfixiantes que se fueron aliviando con alcohol y drogas a medida que la noche avanzaba... Y llamadas "inesperadas", y amigas felices, y más de veinte mensajes, y sonrisas al acostarme. Y mi querida Pili y yo, y nuestras charlas y paseos interminables.
Y.. y... ya sólo quedan... 7 días :)