Tal y como os prometí, aquí llega el ciclo Los hombres de Mer. Espero que os suscite tanto interés como el anterior (no seáis mamones, que ya sabemos todos de qué pie cojean la mayoría de los aquí entran), aunque seguro que este primer post inicial levanta muchas ampollas.
Mi fascinación por este muchachito, Diego Martín, comenzó cuando en septiembre de 2003 se estrenó
Días de fútbol. En esta película, Diego interpretaba a Daniel, el típico guaperas sensible que se cuela por Violeta (Natalia Verbeke), otra guapa fashion, y en su primera cita descubren que ninguno es tan perfecto como parece...
Pues ahí, ahí mismo fue cuando yo caí prendada. Este hombre no es guapísimo, ni tiene un cuerpo de escándalo (aunque a mí me parece perfecto), pero tiene una cara d
e niño y una mirada de no haber roto nunca un plato que me resultan super sexies. Si lo viera, si lo tuviera delante, querría abrazarlo como a un osito y luego... Luego eso también, vale, pero con mucho amor.
En su papel de Carlos en
Aquí no hay quien viva siguió alimentando su fama de bueno calzonazos, al igual que en el cortometraje
Ana y Manuel (con Elena Anaya), aunque en Policías interpretaba a un policía introvertido y extremadamente serio. Pocas veces se le ve sonreír, y nunca lo hace completamente; pero aún así, tiene pinta de ser un tipo la mar de agradable. Vamos, que por tíos como él, merece la pena visitar Valladolid...
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