Dijo una voz popular...
No tengo nada que decir. Tengo muchas cosas que hacer, y también mucho tiempo para hacerlas. Tiempo, ay, precisamente eso que me faltaba el año pasado, ahora siento que me sobra, que me ahoga.
Volveré a las tardes eternas viendo películas en la sala de visionado de mi facultad. Odio los menús del comedor, pero el microondas sigue funcionando.