As Clementine said, she's not perfect and neither are our lives.


"Sin embargo, los momentos en que Joel revive recuerdos con Clementine están teñidos de un halo nostálgico porque, como nos indica Metz, la evocación de recuerdos es una actividad de la vida despierta que cumple el principio de regresión, pero en la que el proceso se frena antes de la alucinación porque el sujeto no confunde el recuerdo con una percepción real. Dormir suspende la percepción “real” y “verdadera” y permite dar rienda suelta a las impresiones regresivas . Por tanto, admitiendo que el sujeto no pueda alcanzar ese estado de ilusión de realidad que sí experimenta durante el sueño, ha de conformarse con la impresión de realidad de la que hablábamos: Joel, que cree que revive recuerdos con Clementine, observa desesperado como los objetos y los edificios se desintegran a su alrededor [...]"

La pena es que nosotros no podamos revivir los recuerdos cual proceso alucinatorio metziano, y tengamos que conformarnos con los devaneos de la mente.
Ahora comprendo por qué Joel bucea en su mente buscando escondites donde llevar a Clementine, ya que no consigue detener el proceso.

Porque si llevarse lo malo supone llevarse también lo bueno... ¿Quién se atrevería a quedarse con todas las páginas arrancadas?

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