A veces hacemos tonterías sin darnos cuenta de que las estamos haciendo. A veces sí nos damos cuenta, pero nos atrae la (casi) absoluta certeza de estar equivocándonos.
Sin embargo, a veces uno también hace las cosas porque cree que podrá obtener algún provecho de ello. Aunque el provecho sea tan simple como actualizar odios, o, en el mejor de los casos (la improbable posibilidad), hacer que se deshagan en agua.
En cualquier caso, ¿quién dijo que no era necesario probar para saber, ver para creer, palpar para curarse? También lo fue (necesario) para infectarse...
Ya os contaré qué tal.
Yo prefiero deshacer los odios en agua o reavivarlos con gotitas. Ya te contaré xD