Por primera vez en la historia de este blog - y creo que en cualquiera de mis blogs anteriores o coetáneos a este - voy a hablar de teatro. Curioso, porque siempre ha sido un elemento importante en mi vida, aunque quizá lo fuera más en otras épocas pasadas.

De casualidad, fui invitada a ver esta noche "Un enemigo del pueblo", obra de Henrik Ibsen adaptada por Juan Mayorga y dirigida por Gerardo Vera, de la que nada sabía y que tan gratamente me ha alegrado la noche.

Ibsen escribió esta pieza en 1882 y, como siempre, resulta increíble comprobar cuán actuales son sus denuncias y el juicio tan increíblemente certero que emite sobre nuestra sociedad. Sin duda alguna, ahora buscaré el texto original para leerlo y averiguar cómo lo planteó él en su momento, y valorar más justamente la adaptación que de él se ha hecho; en cualquier caso puedo decir que la puesta en escena es maravillosa. Otra cosa que me ha encandilado es el reparto. No sólo el protagonista, el doctor Stockmann, está maravillosamente interpretado, sino que también lo están su esposa, Kat, su hija Petra (Olivia Molina, el rostro más conocido por mí) y su hermano, el alcalde de la ciudad en que se enmarca la acción.

Es una pena que la obra se marche ya de Sevilla, pero estoy segura de que si tengo lectores fuera de aquí, deberían ir a verla a sus ciudades si allí llega. Antes de ir a verla, eché un vistazo a las críticas que obtuvo tras las diferentes representaciones por España, y son inmejorables. Al finalizar el acto, el Lope de Vega entero se ha caído aplaudiendo, con una ovación cerrada de ésas memorables, de las que acabas con un dolor en los brazos increíble... Pero no puedes dejar de aplaudir, sobre todo - repito - al protagonista.

No quiero desvelar mucho más sobre el contenido porque podría extenderme horas hablando, pero sí os recomiendo que os paséis por el link del principio para ver la descripción general y podáis, si os interesa, leer la obra original. Vale mucho, mucho, la pena.

Mientras tanto, unas perlas:

Stockmann: He descubierto que las raíces de nuestra vida moral están completamente podridas, que la base de nuestra sociedad está corrompida por la mentira

Stockmann: El hombre más fuerte del mundo es el que está más solo.

(Dossier de prensa - presentación aquí)

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