Y volveremos a salir despavoridos,
huyendo de las paredes altas
y los ojos cansados. Al fondo
luces y colores de arcoiris,
música estridente,
corazones al salto.
Volveré a beberme de un sorbo
todas mis horas de esfuerzo,
a tirar por el desagüe los cigarrillos
y consumirme como el humo
por las ventanas enormes,
por las ventanas cerradas,
por las ventanas llenas de polvo.
Llegaremos de nuevo a casa,
y allí seguirá ella,
con un cartel enorme en donde
rece su precioso nombre tan sonoro,
tan vivaz y sencillo,
ese.
Llegaremos y siempre nos estaremos yendo,
huyendo hacia cualquier lugar donde no haya
ni una mísera sonrisa que nos rompa,
ni un abrazo para echar de menos.
Me estaré yendo desde hoy hasta siempre,
hasta que me vuelva a cansar de ver tu nombre,
de leerte con ese y no con uve,
de añorar aquel sabor del agua.
Y volveré a correr enloquecida,
hacia nuevas comas y puntos,
nuevas palabras que llenen los huecos de ahora.
Pero está muy bien, me gusta :))).
Lucía
Y, sobre todo sobre todo sobre todo, que ME MUEEEEROOOOOO de ganas de verte... No quedan ni 48 horas! Aaaaargh!
Te quiero mil millones :) Vaya cerveceo intensivo (con miles de cigarros incluidos) que nos espera el viernes :-D Ya mismo!!!
Muuuak