Me prometí a mí misma no escribir más posts hablando de ti, ni escribir más en mi diario, y tratar de reducir las horas de conversación con Miguel a unos minutos cada equis días.
No puedo.
Es absurdo no hablar de algo que no se va de tu mente ni un sólo segundo al día, no?
26 de diciembre, 19:05.
Este post ni siquiera habla de ti, sólo habla de que no puedo hablar de otra cosa. Que ya es algo. Al menos no es silencio, que quizás lo preferirían mis lectores; dado que es mi blog, posteo lo que me da la gana.
Ahora ya me imagino qué comments tendré.
Venid a mí, enemigos de la sobredosis de azúcar :-P
viva la diabetes nena